No fue un holograma platónico fue un cómodo intercambio de palabras y simplemente fluían intereses y coincidencias y ví tus dientes sonrientes a nuestra semejanza, imperfectos desprendiendo bondad desde lejos y ahora estamos aquí unos meses más en el tiempo y me cuesta creer todo esto veo con fortuna tu cabello ondeando entre el viento con su corona de visos variopintos mientras me esperas a distancia para que la tinta afirme uno de nuestro acuerdos que buen acierto, encontrarte entre los pasos del tiempo todo esto parece demasiado demasiado bueno para ser cierto.
Democracia para elegir de quien quejarnos y quejarnos de los que no elegimos siempre en poder de pocas manos manos que aprietan con descaro para mantenerse en el juego o por algún interés. parece inevitable rendirse a favores luego de conquistar la favoribilidad popular ¿hasta qué punto es aceptable? ¿basta insistir en la transparencia de un mundo que siempre tendrá rincones oscuros? También necesitamos del castigo impartido por otras manos, las más irrepochables, al menos en el mundo expuesto somos criaturas injustas y corruptibles, pero al menos podemos intentar hacer el menor de los daños criminalizar la corrupción y la destrucción de la naturaleza, erradicar la cultura del buen actuar sólo con objeto de lograr medallas de mérito y reconocimiento.